Tenía que hacerlo

Tres días para que se acabe el 2011 y no puedo evitar seguir a las masas y hacer un resumen de todo lo que, para mí, fue lo peor de este año que tiene ya las horas contadas. Como cualquier otra recopilación aleatoria, es algo completamente subjetivo y personal, pero como tampoco es que tenga una legión de seguidores, no creo que nadie pueda sentirse ofendido. En fin, allá vamos:

No puedo empezar a escribir sobre las desgracias del 2011 sin mencionar, en primer lugar, la victoria de FAC en las elecciones regionales de primavera (mayo? no me apetece buscar en Google, lo siento). Tener al señor Álvarez Cascos de presidente del Principado me revuelve el estómago, me da acidez, gases y cincuenta mil males más, sobre todo con sus intentos de cerrar el Niemeyer de Avilés y la TPA, siguiendo el esquema "derecha rancia gana, cultura pierde". Y ya que hablamos de derecha rancia, tampoco puedo olvidarme de la victoria de Mariano Rajoy en las elecciones generales del 20N (en tal fecha o ganaba la derechona o resucitaban Paco y la Collares). El señor que habla sin decir absolutamente nada, que acaba con el desempleo generando empleo y que no entiende ni su letra. Por cierto, se lleva de ministro a Gallardón, lo cual deja en Madrid de alcaldesa a la número dos de éste último, que no es otra que la incomparable Ana Botella. A ver qué nuevos momentazos nos regala. En el apartado político podría añadir la trama Gürtel o el caso Urdangarín, también podría insultar un poco a Cospedal o a Esperanza Aguirre, pero no tengo ganas de extenderme demasiado con políticos, chorizos y viceversa. Han sido lo peor del 2011, del 2010, del 2009...y lo serán también del 2012 y años posteriores. Qué le vamos a hacer.

En el apartado televisivo tengo que destacar la entrevista de la Noria a la madre del Cuco, uno de los implicados en el asesinato de Marta del Castillo, previo pago de 10.000 eurazos. Tampoco sé de qué me sorprendo viniendo de la cadena del "todo vale". Las consecuencias de dicha entrevista no fueron muy favorables para el programa, pero oye, que ahí sigue (su presentador podría ser incluído, no ya entre lo peor del año, sino entre lo peor de la década). Siguiendo con "la cadena amiga", la locura de Leticia Sabater en "Acorralados" y la participación de toda la familia de Aída Nízar (madre y hermanos) en el mismo programa y demás platós de la cadena, se pueden considerar también puntos negros del año; así como el remake de "Cheers" con Antonio Resines que, he de confensar, ni me digné a ver, pero es tal el despropósito que aún sin verlo lo tengo que incluír. "Tú sí que vales" es otro de los programas que no entiendo cómo tiene su hueco en la parrilla televisiva, por cutre y rancio y porque su finalidad, así como las habilidades de sus concursantes, es algo que se me escapa (por cierto, no soporto que admitan a niños pequeños como concursantes). Sálvame sigue siendo igual de basura que el día que empezó, pero esto no es nada nuevo y, no voy a ser hipócrita, no será la primera (ni la última) vez que me siento a verlo. Jesús Vázquez cada vez es más grimoso y no entiendo cómo puede acaparar tanto programa a la vez habiendo tanto presentador cogiendo polvo en su casa (la utilización de los mismos una y otra vez sin apostar por caras nuevas es otro de los aspectos criticables de todas las cadenas nacionales). Cambiando de canal, la despedida de Beatriz Montañez del Intermedio, muy emotiva, pero triste al fin y al cabo, es una gran pérdida para este programa (de los mejores de la televisión, in my opinion). Siguiendo en laSexta, destacaría la programación cutre que aún mantienen (tanto procedimental tipo "El mentalista" -horror de serie- y las mañanas absolutamente vacías). Dando un salto, voy a por La1 y a su intento de censura previa de los informativos, algo escandaloso, que por fortuna no se llegó a conseguir. Y, en La1, le daría un tirón de orejas a quién decidió que la única temática posible para realizar una serie de televisión sea la histórica; pero bueno, son series de éxito, asique tampoco les puedo culpar. Ah! Y casi olvido a Pablo Motos y "El Hormiguero", me da igual el éxito que tenga, asco de programa y de presentador.
Ya para acabar con lo peor de la televisión, haré una mención especial al peor anuncio del año (y, si me apuras, del siglo presente y del pasado): zopa, zopa, zopa. Un despropósito en letras mayúsculas (y otro motivo para NO utilizar niños en televisión). Seguido, muy de cerca, por los anuncios de Movistar que simulan asambleas como las del 15M, o el de la cara y el culo de Panrico (sigo sin comprender por qué se utiliza la palabra "culo" para referirse a comida).

Del panorama musical, voy a destacar dos nombre: Pitbull y David Guetta. El primero por lo cutre, machista y vulgar y el segundo por lo cansino y repetitivo (todas sus canciones son iguales...claro, cuando una fórmula te funciona, ¿para qué cambiarla? lo mejor es machacar con lo mismo una y otra vez). Absolutamente todas las colaboraciones que tienen uno y otro, desde Jennifer López con Pitbull a Usher con Guetta, no se escapan a lo peor del 2011. Danza Kuduro es otra de las torturas musicales perpretadas desde el otro lado del charco que nos atacó durante todo el año, acompañada por Juan Magán y compañía (dónde quedaron los veranos con Sonia y Selena...). Y, aunque no tenga mucho que ver, la muerte de Amy Winehouse es un triste suceso que empañó el verano pasado (la Cesárea Évora está más reciente, pero a ella no la seguía). En fin, seguramente hay muchos más casos de cutrerío musical que podría incluir entre las desgracias de esta lista (véase Pablo Alborán o Amaia Montero) pero son canciones y artistas (o pseudo-artistas) que ni me gustan ni les presto especial atención, asique no voy a insistir mucho en el tema.

Del cine poco puedo decir, no he visto suficientes estrenos y, los que he visto, me han gustado. Vamos, que no puedo hablar de ninguna película que esperase con ansias y después me haya decepcionado. Sólo podría quejarme un poco de la nueva entrega de la saga "Crepúsculo" o de la película de Justin Bieber, pero son dos fenómenos que ya tengo más o menos superados y he aprendido a convivir con ellos. Amén de todas aquellas películas enfocadas a quinceañeras con las hormonas desatadas que llenan las salas para dar grititos cada vez que ven al guapito de cara de turno. Un rollo. Y un asco. Qué mala es la adolescencia.

Pues nada, todo este rollo para despedir, a mi manera, el 2011 y para desear que el 2012 sea un poquito mejor. Si no es mucho pedir, claro.